No basta si tuvieron razón en su momento, ni siquiera si siguen teniendo razón. El problema es que hoy otros ya no piensan igual, y toca convenir.
“La política es el arte de lo posible”, dijo Bismark hace siglo y medio, y sigue siendo cierto. Estando dispuestos a ceder podemos conseguir cualquier cosa.
En democracia sirve de poco tener razón, si no se logran acuerdos. No es concordar en todo, pero sí conseguir mínimos comunes para la acción colectiva. La firma de la Paz es ejemplo. Cada parte cedió algo para conseguir el resultado común. Sin embargo, tuvo un resultado incompleto. Un trato parcial firmado entre algunos, sobre algunas cosas e implementado a medias. ¿Sirvió? ¡En parte!