Tan solo entre chicas de 15 años o menos –algunas con apenas 10, 11 o 12 años– hay más de 3,000 que cada año –ocho cada día– ven apagarse sus sueños por un matrimonio prematuro, muchas veces con una persona mucho mayor.
Clama un periodista por «hombres notables» que rescaten nuestra nación desahuciada. Cita a José María Aznar, el estadista de moda, que atribuye la libertad política del pueblo español al gobierno de «hombres buenos e inteligentes».
«¿No será posible» –pide– «como en la España inmediatamente postfranquista, el aparecimiento de los Hombres Notables?» Bien dicen que no hay más ciego que el que no quiere ver. Hoy casi uno de cada cuatro españoles esté desempleado, y más de la mitad de los menores de 25 años no consigue empleo aunque lo busque. Les dieron una libertad política para luego dejarlos sin futuro.1