Si usted es como yo, ciudadano silvestre, ignoraba por anticipado el golpe que el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) darían a la corrupción en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).
No se sienta mal. Los periodistas gustan de las primicias y a veces obtienen información adelantada. Pero alcanzaron 24 horas para que hasta el ciudadano más desentendido conociera los detalles del asunto.