Acaso su problema fue ser demasiado tradicionalmente estadounidense: no fue sino el buen lobo que cuida de la jauría.
El debate arrecia. Obama y Trump son la misma cosa. No, Obama y Trump son distintos. Poco se avanza mientras no aclaremos en qué son iguales o distintos.
Así que comencemos desde el principio. Ambos surgen en la misma sociedad y de la misma cultura política, del liberalismo democrático anglosajón expresado en la segunda mitad del siglo XX en los Estados Unidos. Los términos de ese entorno incluyen la libertad individual, el credo democrático (nunca igual que su práctica), un racismo fundacional, la fe en la superioridad de los Estados Unidos y sus ciudadanos, la realidad del poder y la riqueza que hacen creíble tal afirmación y la dedicación al mercado capitalista como solución universal.