Con el final de la Semana Santa inauguramos la parte madura del año. Lo que se hizo en la infancia del primer trimestre ahora tocará completarlo. Lo que quisimos empezar pero postergamos hoy tendrá que abandonarse del todo antes de que nos alcancen los convivios del fin de año.
Quedan ocho meses para hacer lo que toque hacer, para hacer lo que se pueda hacer, con el agravante de que el año entrante es año electoral. Lo que se haga o deje de hacer en estos ocho meses pondrá la mesa para la elección del siguiente gobierno. Y, para subir las apuestas, ese nuevo gobierno será el que administre en 2021 nuestra entrada al tercer centenario de vida republicana, que hoy pinta tener más pena que gloria.
(más…)